sábado, 5 de abril de 2008

LA ÚLTIMA FRONTERA

Ayer soñé que ya había nacido. En el vientre de mi madre hace calor, me gusta como suena su corazón y el color rosado de ésta mi habitación. Ayer imaginé que nacía y veía el mundo, porque la verdad es que aquí hay muy poca luz y todavía no he podido verme bien. Espero ser como todos los demás niños; bueno, quizás el más fuerte y rápido. ¿Pero de qué color serán los niños? ¿Y lo mayores? A lo mejor nadie tiene color, además, si el mundo de ahí fuera es tan oscuro como el de aquí dentro, nadie podrá distinguir muy bien los colores y sólo importará nuestra voz; vamos, lo que pensamos.

Ayer soñé que ya no tenía miedo a nada, porque también hay algo que me preocupa, muchas veces escucho ruidos cerca de mí, pero no sé si significan algo, me siento incapaz de entenderlos. ¿Ahí afuera habrá gente que hable distinto a mí? Bueno, tampoco creo que sea tan importante, en realidad, aunque ahora no sepa lo que significan esos ruidos, ya aprenderé a entenderlos. Quizás la gente de ahí fuera pueda enseñarme sus ruidos; total, para decir que tengo hambre aquí sólo tengo que pensar en comer. Lo mismo, también ahí afuera, esos ruidos significan que tienes hambre pero equivalen a tus pensamientos. Y un pensamiento, como los de mi mamá y el mío, siempre podrá entenderse por encima de cualquier ruido que lo signifique.

Ayer soñé que volaba por todo el mundo, aquí se está muy bien, pero el vientre de mi madre es muy pequeño y no puedo ir a ninguna parte. Cada vez que me doy la vuelta estoy aquí, quizás esto no me gusta… Además, ¿a dónde podría ir sin el tubo que me da de comer? Mamá sólo tengo una, es ella quien me da los alimentos y lo que necesito, no creo que otras mamás me fueran a acoger en su seno. Aunque estaría bien poder ser libre e ir de un sitio a otro, sin tubo, pudiendo comer donde yo quisiese y sin tener que depender de mí mamá, la que me va a ver nacer. ¿Tendré que depender siempre de ella? Espero poder volar, como aquí, pero fuera, por donde yo quiera, pudiendo comer donde yo diga. ¡Quizás haya mamás que te den de comer por todas partes!

Ya llevo unos días en la misma posición y ahora ya no puedo girarme aquí dentro, no está bien que mamá me diga dónde y qué tengo que hacer, no es justo que nadie te obligue a quedarte siempre en alguna parte porque ella te dio la vida, auque nunca olvide que fue ella mi primera patria, cuna e historia… ¿Y ahora podré ser libre? Ayer soñé que nacía, cuando lo haga, no importará de dónde vine. ¡Socorro! ¡Me estoy yendo de mamá! ¡Una luz!

No hay comentarios: